Está claro que el niño tiene que aprender las letras, los números, las figuras geométricas, etc., pero el detalle está en cómo enseñar todo esto. El niño cuando llega a la escuela tiene el pensamiento de que toda clase de diversión se acaba, y por eso va con el semblante triste, piensa que todo lo que le va a enseñar la maestra va a “comerse todo lo que a él le gusta”, como está representado en la viñeta.
Todo lo que la maestra pretende enseñarle puede hacerlo de forma que sea divertida para el niño, jugando, cantando, contándole cuentos, la maestra debe ser flexible para adaptar los contenidos del currículo, a los intereses y necesidades del niño, debe explotar su creatividad al máximo, para crear el interés del niño por aprender. No hay que olvidar que si hacemos que los niños desde pequeños aborrezcan la escuela, van a ir con esa idea a los niveles superiores.
A esto también se suma que el paso de la educación preescolar al de primaria, es un poco brusco a mi parecer, aunque no conozca en profundidad como se da la educación primaria, pero siguen siendo niños, por lo que debería ser más progresiva, en cuanto a la forma de enseñar, intentando que el niño vaya entendiendo la importancia que tiene el aprender, para un mejor desenvolvimiento en la vida.
En nuestras manos está que el niño vaya con alegría a la escuela, y aprenda divirtiéndose como niño que es, esto hará que pueda tener un bonito recuerdo de su paso por infantil, y por supuesto de su maestra.
Este es mi objetivo.
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