sábado, 28 de mayo de 2011

¡Soy Juan García y no uno más!.

¡Uno más!, pero bueno que no se trata de cosas ni de animales, se trata de una persona, de un niño que necesita cariño, respeto, libertad.
Qué triste que una maestra vea a un niño como uno más, es que incluso da a pensar que el saludo es el mismo para todos, es que no tiene nombres. Se debería saludar cariñosamente y por su nombre a los niños.
Nunca se puede decir uno más, porque cada niño es un mundo, por lo que tiene unas necesidades distintas a las de los demás, que aprende a su manera en particular.

 Pienso que hay aspectos que  nunca se debe perder de vista en la educación del niño y son: partir siempre de los intereses del niño, atender a las diferencias individuales,  respetar y dar libertad a su imaginación y creatividad, y no olvidar nunca que son niños, que necesitan un ambiente en el que reine el amor, amistad, y que se tiene que sentir seguros.

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